Maryan Lemoine
Luego de varios años de implementar trabajos de campo dirigidos a estudiar los modos de movilización de actores en y en torno a la escuela ante la deserción escolar, nos hemos abierto a terrenos fuera de la metrópolis francesa, llevando a cabo en Nueva Caledonia[1] varias estadías de estudio, principalmente en el momento en que se presentó la oportunidad de acompañar a una estudiante canaca.
Desplegadas según una metodología de tipo etnográfico, las recolecciones de datos se efectuaron a partir de inmersiones en establecimientos educacionales, en clases, así como en instancias de reuniones diversas, durante momentos informales, es decir, fuera de espacios escolares. Se trata, entonces, de describir y narrar aquello que ocurre entre ciertos jóvenes (a veces considerados como desertores), los profesionales escolares, educativos, sociales o las familias, sin apuntar, durante un tiempo lo más largo posible, a interpretaciones.
Es a través de un discurso analítico que volvemos a trazar aquí la genealogía. Luego, paso a paso, el desarrollo de esta investigación en curso, vivida como una experiencia a la vez científica y humana, buscó presentar los diferentes hitos de este recorrido, además de realizar el análisis de un proceso comparativo que se elaboró a lo largo del tiempo.
El proyecto apunta, en sus comienzos, a establecer de manera situada aquello que se hace y lo que se juega en el cotidiano, dentro y en torno a establecimientos que, a pesar de su lejanía, tienen un funcionamiento y desarrollan programas escolares muy cercanos a aquellos que se implementan en Francia metropolitana. Siguiendo un enfoque “ni demasiado general, ni demasiado local”, privilegiamos, en efecto, una entrada de óptica amplia, elegida sobre la base de cuestionamientos abiertos: ¿Quiénes son los desertores?, ¿cómo son considerados? ¿Qué actrices y actores se encuentran, desde allí, enlistados con el objetivo de prevenir o luchar contra la deserción dentro de las configuraciones educativas observadas? Esto con la finalidad de no someter, en esta fase, el trabajo de campo a un proyecto comparativo.
De esta manera, el artículo muestra cómo concebimos ciertas prevenciones metodológicas, entre familiaridad y distanciamiento, no solamente con la estudiante canaca para ayudarle a proyectarse, sino también para nosotros, como “en frentes invertidos”, interrogando nuestra propia “singularidad” y nuestra propia exterioridad al momento de descubrir el terreno, y así prever qué postura adoptar. También consideramos entonces las formas, a la vez que no nos dejamos sobrepasar por el terreno, ni tampoco nos cegamos por nuestros conocimientos anteriores sobre los alcances considerados, encontrando progresivamente cómo descentrarnos.
Luego de exponer y poner en circunstancias ciertas elecciones metodológicas, proponemos explicar cómo poco a poco ha evolucionado la indagación, tanto en su concepción como en su implementación, a medida que se revelaba una dimensión comparativa a una escala impensada hasta ese momento.
Recorriendo el terreno, se han descubierto tres unidades de investigación, siendo circunscritas en función de las recopilaciones y las posibilidades de organización de nuestro dispositivo de producción de conocimientos. El terreno, en adelante concebido y pensado como “multi-situado” —sin por ello “fragmentarse”—, hace aparecer así una dimensión comparativa infra de aquella del marco inicial. A la luz de la experiencia de terreno, vivida como una “aventura metódica”, las prevenciones metodológicas anteriores fueron entonces adaptadas y actualizadas. Esto llevó a asumir progresivamente un procedimiento comparativo que no estaba claramente definido ni perseguido al principio, y que, desde allí, puede considerarse según dos dimensiones.
Los datos recogidos sobre los jóvenes, como aquellos que permiten aproximar la variedad de los modos de establecer relación educativa con ellos, comenzaron así a esclarecer poco a poco ciertos aspectos de movilización hasta ahora poco observados en el transcurso de nuestros trabajos anteriores. Además, estos nos llevaron, a lo largo de los meses de las estadías de estudios, a optar por la redacción progresiva de monografías.
En este trabajo, no solamente se trata de situar, exponer en el espacio, en el tiempo, así como a través de la variedad de las unidades investigación, la diversidad de configuraciones educativas estudiadas para aproximar aquello que se juega en singular. El objetivo es también, por otra parte, mostrar y hacer comprender aquello que, en conjunto con los conocimientos diferentes y/o asociados provenientes del estudio de esas unidades, podrían decirnos sobre las movilizaciones en Nueva Caledonia, en relación con lo que hemos podido analizar previamente en la metrópolis.
De esta manera, el artículo presenta y analiza los desafíos de organización de los datos y de presentación de los conocimientos. En los momentos de elaboración y de escritura de las monográficas, concebimos prontamente estas unidades como en constelación, es decir, pensándolas en términos de interdependencias y de relaciones, dentro de un marco que se define él mismo de manera progresiva. En efecto, los hechos no sabrían considerarse como dispersos, o desgranados en el seno de unidades divididas. Los elementos recogidos aquí pueden, efectivamente, apelar a profundizar en otros lugares, e invitar, en este nivel infra del proceso, a observar cómo las cosas interfieren, se interpelan, se interrogan mutuamente o se esclarecen recíprocamente.
Estimando entonces los aportes y los límites respectivos de la hiper-contextualización y de la radicalidad etnográfica, el artículo propone, finalmente, esbozar una reflexión sobre las maneras de redactar rendiciones de cuentas y exposiciones, con el fin de presentar los modos de indagación y los conocimientos elaborados. En ese sentido, lo que está en juego es también dominar el proceso de producción de conocimientos durante esta fase, entre enunciación y recepción, para protegerse de un apresuramiento “compar’hâtif”[2] que podría desviar la intención científica, y quizás parasitar la comprensión y la apropiación de aquello que se quisiera exponer.
Palabras clave
Terreno multi-situado, aventura metódica, procedimiento etnográfico, movilización ante la deserción.
[1] Convertida en colonia francesa durante la segunda parte del siglo XIX, Nueva Caledonia vio durante largo tiempo a su pueblo autóctono, los canacos, ser despojado, menospreciado, restringido y maltratado por la administración y las fuerzas del orden. Posteriormente, varios tratados inician un reequilibrio económico, social y político con la creación de una colectividad sui generis francesa divida en tres provincias (Norte, Sur y las islas), con un parlamento local que ostenta un poder legislativo y finalmente un Senado consuetudinario. Una serie de referéndum (en curso) son previstos con el fin de decidir la independencia o el mantenimiento de lazos con Francia.
[2] Comprar’hâtif: juego de palabra entre “comparativo” (comparatif en francés) y apresurado (hâtif en francés). [N. de T.]