EL NACIMIENTO DE LA UDI: EL PARTIDO QUE SE CREÓ AL ALERO DE LA DICTADURA DE PINOCHET

The Birth of UDI: The Party That Was Created Under the Pinochet Dictatorship

Javier Insulza Merlet1
https://orcid.org/0000-0001-7672-6981

DOI: 10.53689/int.v12i2.149

Recibido: 10 de octubre 2022
Aceptado: 10 de diciembre 2022

Resumen

El siguiente ensayo busca rememorar el nacimiento de la UDI (Unión Demócrata Independiente), el partido político que surgió en el Gremialismo de los años sesenta, posteriormente fue pilar técnicoen la forma de gobernar en dictadura y que hoy es uno de los principales partidos de la derecha en Chile. La historia reciente de Chile tiene un antes y un después en la formación de la UDI y algo similar ocurre con la Dictadura de Augusto Pinochet. Varios de los cuadros políticos de la década de los 80 ́s siguen siendo pilares fundamentales de la derecha chilena (particularmente de la UDI) y con ellos se explica lo difícil que ha sido para los sectores más progresistas cambiar la Constitución Política nacida en dictadura y que, por muchos cambios que ha tenido, aún se reconoce que mantiene pilares fundamentales de su origen.

Palabras clave:

Historia, política, dictadura, partidos políticos

Abstract

The following essay seeks to recall the birth of the UDI (Independent Democratic Union), the political party that emerged in the Trade Unions of the sixties, later it was a technical pillar in the way of governing in dictatorship and that today is one of the main parties of the right in Chile. The recent history of Chile has a before and after in the formation of the UDI and something similar occurs with the Dictatorship of Augusto Pinochet. Several of the political cadres of the 80's continue to be fundamental pillars of the Chilean right (particularly of the UDI) and with them it is explained how difficult it has been for the most progressive sectors to change the Political Constitution born in the dictatorship and despite the many changes it has undergone, it is still recognized that it maintains the fundamental pillars of its origin.

Key words:

History, politics, dictatorship, parties.

Cómo citar

Insulza, J. (2022). El nacimiento de la UDI: el partido que se creó al alero de la dictadura de Pinochet. Intervención, 12(2), 103-111.

Introducción

La dictadura de Augusto Pinochet tuvo diversos hechos que la marcaron. Suele destacarse por las violaciones a los Derechos Humanos, pero también entre los temas relevantes que identifican a la que aún se intenta modificar, está la instauración del modelo económico neoliberal de los llamados Chicago Boys.

Este artículo, mediante una metodología de tipo documental, pretende rememorar la historia del partido político que surgió al alero de la dictadura y que tuvo sus orígenes en el movimiento gremialista que se inició en la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile,conducidos por el abogado y posteriormente ideólogo del modelo político económico que se instauró en Chile, Jaime Guzmán. Lo que se busca es evidenciar la unión entre la dictadura y el que es hoy por hoy uno de los principales partidos de la derecha chilena.

De esta manera, el artículo busca analizar diversas aristas de la historia de la UDI, incluyendo también su fuerte cercanía a la Iglesia Católica, particularmente al Opus Dei y los Legionarios de Cristo, corrientes que entre 1980 y 2005 fueron muy fuertes en Chile y que terminaron por influir en las opiniones de los votantes cercanos a esta religión de la mano con las modificaciones que ocurrieron en la década de los noventa en la jerarquía de la Iglesia Católica chilena.

Ese es entonces el punto de inicio que marca la reflexión que motiva este escrito, revisando en la historia para sacar a relucir al que es considerado uno de los principales partidos de la derecha chilena actual. En el artículo se pretende presentar algunos de los hechos fundamentales que llevaron al partido fundado por Jaime Guzmán bajo el alero del régimen militar, a tener un ascenso que, más allá de las distintas crisis por las que ha pasado dicho sector político, nadie duda de la influencia de la colectividad en los gobiernos que ha encabezado la derecha, así como, además, el rol que ha jugado por la conservación de la actual constitución política de la República.

Otro factor clave que se destacará es la homogeneidad existente en la élite dirigencial de la UDI, que por años estuvo gobernada, en la práctica, por un grupo de 9 personas que eran conocidos como ‘los coroneles’. Mientras eso no cambió, el partido tuvo una línea clara y bastante parecida, más allá de quien estuviera liderando.

Cabe destacar que la mayoría de ellos fueron estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y discípulos de Jaime Guzmán, figura que representa los valores de la UDI, pues tanto él como la mayoría de los dirigentes que lo sucedieron en la época del auge partidario eran cercanos al Opus Dei.

Ahora bien, la UDI ha asumido en la mayor parte del tiempo de su existencia el cargar con dos pesos que ayudan a explicar su férrea defensa a la Constitución política; nos referimos a su cercanía con el régimen de Augusto Pinochet y su origen de clase, especialmente, por los temas económicos que los han hecho ser férreos defensores del modelo económico instalado en dictadura.

Veremos entonces tres apartados que desarrollan, en primer lugar, los orígenes del Gremialismo, en segundo lugar, el surgimiento de la UDI como partido político y en tercer lugar la consolidación de la UDI como fuerza política que toma fuerza después del asesinato de Jaime Guzmán.

1. El Gremialismo

Hacia mediados de los 60’s se crea, en la PUC, un grupo contrario a la reforma universitaria. Fue conformado por jóvenes, principalmente estudiantes de derecho, conservadores, cercanos al franquismo y que se decían apolíticos. Ese conjunto era el gremialismo. Este movimiento fue fundado por Jaime Guzmán Errázuriz, quien, años más tarde, sería uno de los pilares de la dictadura chilena.

Desde un principio, el Gremialismo tuvo ideas cercanas al franquismo. Eso significaba que era un grupo conservador afín con sectores religiosos como el Opus Dei2 (del latín, Obra de Dios).

El Gremialismo procuraba ser una alternativa a la Democracia Cristiana, ya que ambas habían surgido en la Escuela de Derecho de la PUC. El creador del Gremialismo, Jaime Guzmán, buscaba crear una opción más conservadora que también tuviese su base en los jóvenes, tal como lo había hecho la Falange Nacional en sus inicios. Guzmán necesitaba una alternativa con los valores iniciales de la Falange pues, según él, la Democracia Cristiana, con su tendencia demasiado centrista, se asemejaba al marxismo.

Los gremialistas creían en el autoritarismo político y en la economía liberal, pero, esencialmente, eran partidarios de una sociedad jerarquizada, conservadora en lo cultural. Esos puntos de vista contribuyeron a que se les estimara como los mejores intérpretes del Opus Dei. En la década de los 70’s, dicho movimiento estaba en pleno apogeo, porque, además de ser fundamental en el gobierno franquista, comenzaba un trabajo con el propósito de asentarse en América Latina. El punto de partida para penetrar en la región fue Chile, sobre todo en seguida de la visita de Escrivá de Balaguer a inicios de la dictadura militar. (Escobar, 2001)

1.1. Jaime Guzmán

Nació en 1946 y desde temprana edad se ligó a quehaceres políticos. En su infancia, formó parte de la Juventud Secundaria del Partido Conservador. A los 16 años empezó a estudiar Derecho en la PUC. Fue ahí donde comenzó a gestar el movimiento gremialista.

Sus estudios de derecho y la persuasión de algunos de sus maestros, como el sacerdote Osvaldo Lira y el profesor Jaime Eyzaguirre, lo llevaron a sustentar que la democracia era inútil, idea que mantuvo hasta fines de los 70’s, cuando pasó a creer en la democracia protegida que rigió en Chile por varios años (Huneeus, 2000). Como él no se identificaba con los partidos políticos tradicionales, decidió fundar uno con ideas renovadas; es decir, uno que se amoldara a su persona y al régimen de la época. Entonces, surgió la Unión Demócrata Independiente (UDI).

Guzmán recogió la experiencia de los jóvenes católicos que a comienzos de los 30’s rompieron con el Partido Conservador y crearon la Falange Nacional, más tarde Partido Demócrata Cristiano. Él quería ser una alternativa a la Democracia Cristiana. De esta tendencia rescató la idea de que para llegar a la gente es esencial acercarse a ella. Para propagar su ideario acudió a las poblaciones y a los barrios pobres. Lo esencial era colaborar con esos sectores y entregarles un mensaje en un lenguaje sencillo. Tal acción aún la realizan los jóvenes de su partido.

Para reclutar seguidores, Jaime Guzmán tenía varias formas. Por una parte, utilizaba su espacio en los medios de comunicación, especialmente durante la época de la Unidad Popular cuando aparecía en el programa televisivo ‘A Esta Hora se Improvisa’. Además, solía reunirse con los jóvenes estudiantes de derecho de la PUC, donde impartía clases.

Jaime Guzmán nunca tuvo un cargo de relevancia en el gobierno, porque él se preocupaba de armar el proyecto político a futuro, era el ideólogo que guiaba al resto.

1.2. ¿Qué es el Gremialismo para Jaime Guzmán?

En su texto El Gremialismo y su postura universitaria en 27 preguntas y respuestas, (Guzmán, 1980), Jaime Guzmán aclara qué es el gremialismo, cuáles son sus fundamentos, así como la importancia de éste en torno a las sociedades intermedias. A continuación, presentamos algunos párrafos que parecen muy útiles para enmarcar la ideología del movimiento que posteriormente dio paso a la creación de la UDI. De acuerdo a Guzmán (1980, p.1)

El gremialismo es una corriente de pensamiento que sostiene que todo recto ordenamiento social debe basarse en que las sociedades intermedias entre el hombre y el Estado, libremente generadas y conducidas por sus integrantes, cumplan con la finalidad propia y específica de cada una de ellas [...]

Aun cuando el término ‘gremial’, en un sentido estricto, apunta sólo a aquellas agrupaciones fundadas en la comunidad de trabajo o actividad, el pensamiento gremialista es aplicable por extensión a todas las sociedades intermedias no políticas.

En efecto, la esencia del gremialismo consiste en afirmar el imperativo de que cada sociedad intermedia sea fiel a su fin propio y peculiar, como único camino para contribuir a una sociedad libre y creadora, Por consiguiente, el gremialismo rechaza la politización de cualquier entidad vecinal, regional o gremial (sea ésta laboral, empresarial, profesional o estudiantil), como asimismo de toda otra agrupación intermedia cuyo fundamento y objetivo se muevan en un campo diferente al de la política.

Tras los párrafos recién expuestos podemos agregar que esta finalmente es la base del pensamiento de la colectividad fundada por Jaime Guzmán, quien deja claramente establecido su lejanía para con la política, pero especialmente una conducción basada en la persona de forma individual más que en el colectivo, antecedentes que nos permiten decir que son el origen del modelo económico y social implementado en dictadura y que ha seguido vigente durante años en nuestro país a través del principio de subsidiariedad que está escrito en la vigente Constitución.

Ahora bien, aunque la propuesta de Guzmán señala que se rechaza la politización de las entidades comunitarias, lo cierto es que el actuar real, es la llegada por intermedio de esos espacios con posiciones políticas que luego son planteadas como si fueran ciudadanas; dicho de otra forma, los propios militantes de los partidos políticos se toman esos espacios (alegando que son dirigentes sociales) y los ocupan para plasmar conceptos que tienen que ver con alguna ideología política, pasando esto no sólo en la UDI sino también en la mayoría de las colectividades del espectro político(Cortés, 2001).

1.3. El Gremialismo en dictadura

Después del golpe militar de 1973, el único movimiento al que se le permitió seguir funcionando fue al Gremialismo, ya que algunos exdirigentes estudiantiles asumieron cargos directivos en el gobierno, lo que los hizo influyentes, con capacidad para reclutar a más gente.

Guzmán pasa a ser uno de los principales asesores de Pinochet y fue quien se opuso a un acuerdo con la Democracia Cristiana para que se volviera rápidamente al estado democrático, pues de esa manera su grupo no tendría posibilidades de surgir en el área política electoral (Gazmuri, 2000, p. 874-875).

Resultó natural que esta derecha renovada se alineara con los militares, pues se necesitaban mutuamente. Los uniformados pondrían el orden y la autoridad y los políticos y técnicos de derecha aportarían el proyecto histórico. (Huneeus, 1997)

La propuesta de esta nueva derecha se fundaba en la combinación de un autoritarismo político, una economía liberal, una sociedad jerarquizada y una cultura conservadora, para lo que se necesitaba un largo plazo para ejecutarlo. (Huneeus, 1997)

Fue así como el gremialismo pasó a cumplir funciones de partido único en el gobierno militar, siendo el principal grupo de poder civil que ayudó al régimen de Pinochet.

2. La Unión demócrata independiente

En la introducción hacíamos referencia al gremialismo como movimiento precursor de lo que posteriormente ha sido la UDI (Unión Demócrata Independiente), partido político formado en dictadura por Jaime Guzmán y del cual revisaremos parte esencial de su historia y del cómo llegó a ser lo que es hoy: uno de los principales partidos de la derecha chilena en el actual contexto político nacional.

2.1. El contexto

En 1980 se promulga la nueva Constitución Política de la República, la que de una u otra forma le ponía límites al régimen, el cual tenía como plazo para funcionar hasta 1988. En esa fecha se debería llamar a elecciones.

Tras esta limitante auto impuesta, Guzmán y los gremialistas se dan cuenta que necesitan formar un partido o movimiento que los ayude a permanecer en el tiempo y no desaparecer junto con el régimen militar. Para ello crean la UDI (Unión Demócrata Independiente) que, a la postre, sería identificado como el partido del pinochetismo.

La UDI nació en plena dictadura, precisamente, cuando la formación de un partido político era lo que menos preocupaba a la sociedad. Lo que, en verdad, acuciaba a los chilenos, eran los problemas económicos y las violaciones a los Derechos Humanos perpetrados por el régimen castrense. Quegremialistas se institucionalizaran como un movimiento que, posteriormente, derivaría en una colectividad política, parecía carecer de toda relevancia. Pero, precisamente, eso les permitió llevar a adelante su proyecto, sin mayores aspavientos. Así un régimen que se declaraba apolítico, en el fondo, se estaba politizando. Por esa vía, intentó perpetuarse en La Moneda. (Huneeus, 1997; 2000).

2.2. Sus inicios

La UDI surgió en seguida de la promulgación de la Constitución de 1980. Para Guzmán tal hecho marcó el inicio de la transición. Además, señaló el comienzo de su distanciamiento de Pinochet, quien pretendió, apoyado en artículos transitorios de la Carta Fundamental, mantenerse en el poder. Un claro ejemplo de esa intención lo constituye su llamado a un plebiscito, de manera que la ciudadanía determinara su permanencia al frente del Gobierno.

La periodista Ana Victoria Durruty, en su libro ́La Derecha Desatada’, dice que la UDI era un movimiento creado para aglutinar e interpretar a la mayoría de los seguidores de Guzmán, por ser el único que explicitaba de manera oficial un compromiso de no intervenir jamás indebidamente en cuerpos intermedios no políticos y de nunca pretender instrumentalizarlos. Así, quienes eran y eseaban seguir siendo gremialistas, tuvieron un lugar que les permitía desarrollar su vocación política, pero que anunciaba que respetaría las esferas de acción propias de los gremios (Durruty, 2000, p. 73).

La UDI se crea como tal en 1983; a partir de entonces comienza su verdadera incorporación a la política de un modo declarado, siempre de la mano de su líder, Jaime Guzmán.

Durante la dictadura, la UDI, en plena formación, quería reubicarse dentro del régimen y liderar los siguientes pasos con miras al retorno a la democracia. Pero, su posibilidad de liderazgo único se vio mermada por la formación de Renovación Nacional que también partió siendo un movimiento y luego pasó a ser un partido político que, a diferencia de la UDI, se distanció del régimen de la época.

Desde el Ministerio del interior, que en ese entonces encabezaba Sergio Onofre Jarpa, se comenzó a formar el Movimiento de Unión Nacional (MUN). En general, tenían los mismos principios que la UDI, salvo en el plano económico, pues no coincidían en la interpretación de algunos conceptos, como el rol subsidiario del Estado, y en un punto de vital importancia en lo político que era el aceptarse como parte de la derecha tradicional. El mismo Andrés Allamand lo señala en sus memorias cuando habla de los inicios de Unión Nacional: “La primera tarea debía ser incorporar a la mayor cantidad de figuras representativas del antiguo Partido Nacional, pues a diferencia de la UDI, nunca abjuramos de la derecha tradicional” (Allamand, 1999, p. 60-61). Así, el 27 de noviembre de 1983 se dio vida al MUN.

2.3. En democracia

Con el regreso a la democracia, la UDI pasó a ser el partido más identificado con Pinochet y las Fuerzas Armadas y las permanentes declaraciones de sus dirigentes de la época en la prensa dan cuenta de ello.

Continúan siendo un partido homogéneo y muy conservador que se liga al Opus Dei y siguen realizando un trabajo social y político en las municipalidades, especialmente en las de menores recursos, de tal forma que buscan acercarse a la gente más pobre.

Aún mantienen a la PUC y en especial a la Escuela de Derecho de esa casa de estudios, como su principal fuente de adherentes al movimiento gremial.

En las elecciones parlamentarias de 1989 queda claro que Renovación Nacional es el primer partido político de la oposición, pues obtiene un 18 % contra un 9% de la UDI. Cuatro años después, en las parlamentarias de 1993, la UDI sube a un 12 por ciento su electorado; en tanto, Renovación Nacional lo disminuye al 16%. Sin embargo, la colectividad encabezada por Andrés Allamand continúa como la primera fuerza electoral de la derecha chilena3.

Un asesinato que cambióla historia

El resultado de las elecciones parlamentarias de 1993 sorprendió a muchos. Renovación Nacional, hasta entonces el principal partido político de la derecha, había bajado su porcentaje y la UDI había aumentado el suyo considerablemente. Sin embargo, el factor de esos cambios no tenía mucho que ver con asuntos netamente políticos; la respuesta estaba en algo puramente humano: el asesinato del líder y fundador del gremialismo, Jaime Guzmán Errázuriz, el 1 de abril de 1991.

Previo al crimen político perpetuado por extremistas de izquierda, muchos auguraban el pronto fin de la UDI; se creía que el partido era netamente instrumental y que velaba sólo porque el legado del gobierno militar se mantuviera en pie. Todo esto cambiaría tras la muerte del líder.

El atentado que cobró la vida del Padre del Gremialismo trajo, sin quererlo, muchos beneficios para su tienda política. Tras el hecho, la UDI adquirió un mártir, mayor mística y un proyecto político que consistía en realizar la obra y llevar a la práctica el legado que su guía les había heredado. La periodista Ana Victoria Durruty en su libro La Derecha Desatada, reafirma esto:

Pero lo más significativo fue la realización del Congreso Doctrinario ‘Jaime Guzmán Errázuriz’, apenas seis meses después del atentado terrorista, el 28 de septiembre de 1991, en Punta de Tralca. De aquí salió la definición de la UDI como un partido popular, por la libertad y con sentido cristiano (Durruty, 2000, p. 147).

Fue así como la Unión Demócrata Independiente, considerado un partido elitista y cerrado en lo académico, tras la muerte de su líder se abre y ocupa la vida de Guzmán como un ejemplo a seguir, con lo cual el Gremialismo comenzó un alza electoral que aún no ha terminado. Incluso, Andrés Allamand, en ese entonces presidente de RN, al hablar del asesinato de Guzmán en sus memorias que publicó en 1999 admitió la importancia del hecho: “Su asesinato le inyectó un espíritu de misión enorme a toda la UDI” (Allamand, 1999, p. 277).

Así, Renovación Nacional, que no tiene un mártir ni un proyecto nuevo, sino que más bien es reconocida como la derecha tradicional, pasó a un segundo plano, el que se dejó notar más por su heterogeneidad, dando a conocer sus divisiones internas, las mismas que tiene la UDI, pero que por su homogeneidad, no se le conocen o se nota muy poco.

3.1. De la sobrevivencia a la supervivencia

La UDI era el único partido que se decía plenamente de derecha y no trataba de consensuar con el gobierno ni de acercarse a él, como sí lo hacía Renovación Nacional.

A esto ayudó también que el año anterior, 1992, se había dado el escándalo político conocido como el ‘Piñera Gate’. Dos precandidatos de Renovación Nacional, Sebastián Piñera y Evelyn Matthei, tuvieron un fuerte altercado luego que la diputada, ayudada por un espionaje telefónico, filtrara a la prensa una conversación en la que su contendor intentaba que la perjudicaran en una entrevista por televisión.

Los problemas internos de RN, sumados al rígido, disciplinado y homogéneo sistema de la UDI ayudaron a ésta a seguir avanzando. Esto se vio reflejado en las municipales de 1996 cuando, si bien tuvieron una muy baja votación como partido, lograron obtener al alcalde más votado a nivel nacional, Joaquín Lavín, quien consiguió el 77% y comenzó a destacarse como precandidato presidencial.

La alta votación de Lavín ayudó a la UDI a perfilarse como una opción en torno a una figura. En las municipales de 1996, la figura de Joaquín Lavín ya era parte de la campaña de la UDI, aunque con un bajo perfil; en esos comicios los gremialistas volvieron a subir su porcentaje a un 14% y obtuvieron un empate técnico con sus aliados, pues mantuvieron su 16% de las parlamentarias de 1993. Cabe recordar que el alza de la UDI en campañas municipales no era tan sorprendente, porque venían trabajando en el ámbito local y regional desde la dictadura.

De este modo, el partido homogéneo y diferente de los tradicionales comenzaba a hacerse un nombre y espacio dentro de la política chilena. De alguna forma, gracias a su flamante figura nacional, Joaquín Lavín, había dejado atrás a sus aliados y debía comenzar a buscar otra plataforma o contingente social desde donde desplegar su proyecto histórico; en suma, otra víctima a la cual quitarle votos.

3.2. La mira en la Democracia Cristiana

La UDI, un partido católico, vinculado a los sectores más conservadores de la sociedad chilena, surgido, además, en la PUC, desde un principio actuó en contra de la Democracia Cristiana (DC). Tal acción se explica porque ambas tiendas políticas tienen un origen común, aunque, posteriormente, derivarían en posturas opuestas.

Dicho partido llevaba varios años al mando del país con dos presidentes de sus filas y el desgaste empezaba a hacerse notar. A eso se le sumó el comienzo de la crisis asiática, que comenzó a afectar la economía chilena y que generó un descontento hacia el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Mientras la DC se desgastaba, la UDI acomodaba sus piezas y empezaba a elevar más a la figura de su precandidato con el fin de que no tuviese oposición dentro de la Alianza por Chile y pudiese instalarse como el único competidor del candidato oficialista.

Tras las primarias de 1999, en las que Ricardo Lagos derrotó a Andrés Zaldívar y dejó a la Democracia Cristiana sin un candidato presidencial de sus filas, por primera vez desde el retorno a la democracia, ayudó a que dicho partido iniciara una crisis en la que continúa hasta hoy. El hecho que el Partido Demócrata Cristiano debiese apoyar a un candidato socialista y no católico sirvió a la UDI, la que obtuvo parte del electorado católico de la Democracia Cristiana y con ello forzó a una segunda vuelta en las presidenciales

Las elecciones de 1999 marcaron el éxito de la UDI que lo llevaría más tarde, en las parlamentarias de 2001, a ubicarse como el primer partido político de Chile al obtener un 25% y relegando a la DC al segundo lugar con sólo un 19%. Años después las diferencias electorales entre ambas colectividades se han ido ampliando en favor del partido fundado por Jaime Guzmán, que se ha posicionado como el espacio valórico del catolicismo tradicional y conservador dentro del contexto político; esto ha sido así hasta las últimas elecciones, donde ha ido apareciendo un sector más conservador aún que la propia UDI: el Partido Republicano, organización fundada por el exdiputado UDI, José Antonio Kast, que ha mostrado permanentes mensajes que apuntan a fortalecer un voto de derecha dura, en desmedro del diálogo hacia el centro que ha ido presentando la UDI, un ejemplo de ello es la firme oposición de dicha colectividad a los acuerdos constitucionales de 2019 y 2022.

Conclusiones

El artículo pretendió desarrollar la historia de uno de los principales partidos políticos que ha marcado estos últimos 50 años desde el golpe militar a la fecha.

El análisis histórico demostró que la UDI es un partido que llegó para quedarse y que tiene un sinfín de poderíos que lo mantendrán vivo, seguramente, por mucho tiempo más.

Pese a que la UDI no ha tenido ningún militante que haya sido electo presidente de la República, su disciplina interna le ha permitido alcanzar inusitados resultados electorales y también mucha influencia en los dos gobiernos de derecha que ha habido desde 1990 a la fecha.

Su crecimiento fue espectacular, pues de ser la cuarta fuerza electoral en 1989, alcanzó el primer lugar en las parlamentarias de 2001 y, posterior a ello sus resultados se han mantenido con porcentajes importantes y, especialmente, con mucha influencia parlamentaria.

Al parecer, la fórmula de ‘imitar’ lo realizado por la Democracia Cristiana en sus albores, con relación a adentrarse en las zonas de sectores más humildes con un mensaje sencillo y cercano a la gente, le dio mejores frutos de lo que, quizás, sus líderes esperaban.

Cabe agregar que siempre tuvieron claro que, hasta el año 2005, el sufragio femenino era más cercano a la derecha, razón por la cual se concentraron en conquistar a ese grupo, aunque no descuidaron del todo a los varones, donde también hicieron un acucioso trabajo, pues sabían que ‘ellos’ son más leales a su voto, por lo que es más difícil de obtener. Fue así como, privilegiando su ‘fácil’ entrada al grupo de mujeres, los gremialistas optaron por concentrarse en dicho sector, por lo que sus mensajes y eventos iban dirigidos a un grupo objetivo particular.

Y los resultados le dieron la razón al gremialismo. Ese partido siempre había obtenido más sufragios en las mesas de mujeres que en las de hombres, y eso se ha repetido en el tiempo.

Pero, más allá de los números, lo que interesaba era precisar la trayectoria histórica de la UDI que la llevaron en pocos años a ser uno de los partidos políticos más influyentes del sistema chileno.

Esto último ha quedado patente en los últimos procesos electorales de Chile, particularmente en lo referido a los plebiscitos relacionados con los cambios constitucionales.

Y aunque en los últimos años aparecen con esta apertura al diálogo, lo cierto es que los hechos han dejado la convicción de que la UDI está encargada de cuidar el legado de la dictadura, más bien por convicción política que por alguna otra razón.

Podemos entonces decir que aquella frase ‘que las cosas cambien para que nada cambie’ es, en esta oportunidad, algo más que un cliché. Resulta difícil pensar algo diferente, por cuanto la historia que hemos revisado en las páginas anteriores son una muestra de que la UDI ha sido el partido que mayor ganancia y convicción e incidencia ideológica tuvo durante la dictadura, por ende, la consecuencia lógica de ello es que sean quienes más se preocupen al día de hoy de mantener su legado, incluso más allá de la consideración de que actualmente Chile ha tenido procesos de cambios importantes que podrían hacer necesaria una modificación de fondo al modelo imperante.

Notas

1 Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Periodista. Profesor en Escuela de Gobierno y Comunicaciones en Universidad Central de Chile. E-Mail: javierinsulza@gmail.com

2 “El Opus Dei es una entidad jurídica dentro de la estructura jerárquica de la Iglesia, presidida por un Prelado y dependientede la Sagrada Congregación de los Obispos a la que pueden pertenecer laicos y clérigos”. Reportaje sobre el Opus Dei de Pamela Aravena Bolívar en Cuerpo de Reportajes de El Mercurio 22 de septiembre de 2002.

3 Ver datos históricos electorales en Sitio del Servicio electoral, www.servel.cl.

Referencias

Allamand, A. (1999). La travesía del desierto. Santiago de Chile: Aguilar Chilena de Ediciones S. A.

Cortés, A. (2001). UDI: ideología y conductas de su proyecto refundacional. Recuperado de http://www.socialismo-chileno.org/PS/avance/udi-ideolog-a-y-conductas-de-su-proyecto-refundacional.html

Durruty, A. V. (2000). La derecha desatada. Santiago de Chile: Editorial Sudamericana.

Escobar, J. (2001). El poder del Opus Dei.Selección de artículos de Le Monde Diplomatique. Santiago de Chile: Editorial Aún Creemos en los Sueños.

Gazmuri, C. (2000). Eduardo Frei Montalva y su época. Santiago de Chile: Aguilar Chilena de Ediciones S. A.

Guzmán, J. (1980). El gremialismo y su postura universitaria en 27 preguntas y respuestas. Recuperado de https://archivojaimeguzman.cl/uploads/r/archivo-jaime-guzman-e-3/3/1/f/31f92af81d1add1f114d1006cbdb1e2def050fe6d35305ef3e9e73a77df5c396/GRE.80.01.18.pdf

Huneeus, C. (1997). La autodisolución de la "democracia protegida" en Chile: cambios institucionales y el fin del régimen del General Pinochet. Revista De Ciencia Política, 19(1), 61–86.

Huneeus, C. (2000). El régimen de Pinochet. Santiago de Chile: Editorial Sudamericana.