RELATOS PROFESIONALES EN TORNO A LA PRÁCTICA PERICIAL.
DESCRIPCIONES DE UN CAMPO DE ACCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL[1]
Professional stories about expert practice.
Descriptions of a field of action of social work
María Carolina
Gómez[2]
Andrés Roldán Tonioni[3]
Aceptado: 05/08/2019
Resumen
Se
presenta una discusión actualizada acerca de la práctica profesional del perito
social desempeñada por trabajadores/as sociales. Se da cuenta de las
representaciones sociales construidas en torno a este quehacer profesional de
relevancia en el ámbito social y jurídico. A través de una metodología
cualitativa y de grupos de discusión, se informa acerca de los desafíos que se
imponen al trabajo de los/as Peritos Sociales frente a la exigencia de
información de calidad que requiere el proceso jurídico. Los sujetos informantes fueron peritos
sociales de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago. Los resultados
fueron organizados de acuerdo a: experiencias de la práctica, metodologías
utilizadas, dificultades y propuestas de mejora del trabajo pericial. Las
conclusiones apuntan a la necesidad de creación de un marco regulador desde las
instituciones judiciales para un mejor desarrollo de las labores de estos
profesionales; también la oportunidad que presenta la apertura de espacios
colaborativos para retroalimentar la práctica de los/as peritos/as.
Palabras
clave
peritaje,
práctica pericial, intervención social, Trabajo Social
Abstract
This paper presents an updated discussion about the
professional practice of the social expert performed by social workers. It
gives an overview of the social representations built around this relevant
professional task in the social and legal spheres. Through a qualitative
methodology and discussion groups, information is provided regarding the
challenges imposed on the work of Social Experts in the face of the demand for
quality information required by the legal process. The informants were social
experts from the Most Honorable Court of Appeals of Santiago. The results were
organized according to: practical experiences, methodologies used, difficulties
and proposals for improvement of the expert work. The conclusions point to the
need to create a regulatory framework from the judicial institutions for a
better development of the work of these professionals; also the opportunity
presented by the opening of collaborative spaces to provide feedback to the
practice of experts.
Key words
Expertise,
expert practice, social intervention, Social Work
Cómo
citar
Gómez, M. C. y Roldán, A. (2019).
Relatos profesionales en torno a la práctica pericial. Descripciones de un
campo de acción del Trabajo Social. Intervención,
9(1), 48-65.
1. Introducción
Tal vez la intervención en
lo social no implique agregar ni quitar nada sino solamente “hacer ver” aquello
que el contexto, el escenario, el clima de época impiden visualizar. (Carballeda,
2002, p. 32).
Un
buen peritaje social, será el insumo básico para la resolución de un conflicto
judicial. (Consejero Técnico, Tribunal de Familia).
La
historia del Trabajo Social ligado al sistema jurídico en Chile se remonta al
trabajo realizado por las visitadoras sociales desde la década del treinta del
siglo XX, cuando se les solicitaba recabar información en torno a casos
familiares que nutrieran el dictamen de los jueces de Tribunales de Menores de
la época (Aylwin, Forttes y Matus, 2004; Illanes, 2006; Salum-Avarado y
Salum-Alvarado, 2018). Estas visitadoras sociales, como se les llamaba en aquel
entonces, fueron las primeras profesionales, no abogadas, en desempeñarse en el
ámbito judicial, aportando con su trabajo información privilegiada de familia e
individuos, comprendiendo la ventaja y característica, propia de la profesión,
que permitía ingresar a conocer la realidad e intimidad de los hogares. Fue así
que, durante los años siguientes, la disciplina fue especializándose al mismo
tiempo que se expandía la institucionalidad del sistema jurídico nacional.
(Reyes, 2014).
Por
su parte, el paso del tiempo dio como resultado la Reforma Procesal Penal,
marcando un hito importante para el sistema jurídico chileno. Es así que el año
2000 comienza a operar de manera progresiva en el país, (primero en la Región
de la Araucanía y Coquimbo) hasta el 2005, cuando comenzó a regir en la Región
Metropolitana. Esta nueva política de
Estado da un giro a la forma de asumir el proceso legal de acusación y defensa
en nuestro País, con ello este nuevo sistema procesal penal incluyó cambios
institucionales, en la dinámica de los juicios y las nuevas formas de litigio,
permitiendo la incorporación de la figura del experto (perito), con un rol
activo, y basado en la creación de las listas de peritos, que cada bienio,
según lo establece el Artículo 416 bis, del código de procedimiento civil, se
abre.
Así,
las y los profesiones que se desempeñaban en el campo jurídico se vieron sujetos
a una nueva forma de enfrentar y de dar su opinión experta al Tribunal, abriendo
paso a la oralidad y poniendo a prueba, ya no solo los conocimientos técnicos
de su disciplina, sino que la capacidad expositiva del actor, como cambios y
características principales de este suceso.
Por
lo anterior, es que la Reforma Procesal Penal en Santiago y la búsqueda en mejorar
los Juzgados de Menores, dan paso a la creación de los Tribunales de Familia en
Chile, bajo el alero de la Ley 19.968, publicada el 30 de agosto del año 2004 y
cuyo funcionamiento comenzó el día 01 de octubre del año 2005.
Es
así que la creación de los Juzgados de Familia en Chile abre para las y los
Trabajadores Sociales una oferta laboral bien delimitada, pero no menos
exigente. Junto con esto, la creciente necesidad de especialización y la puesta
en marcha de las tradicionales técnicas para el levantamiento de información,
debieron ser mejoradas de manera considerable.
Lo
anterior comprendiendo que, con la existencia de los Juzgados de Menores y hoy
con los Juzgados de Familia, se consolida un campo laboral concreto y de
desarrollo profesional para los/las Trabajadores Sociales en diversas materias.
Por ejemplo, en el ámbito proteccional, el principal aporte de la disciplina ha
sido la evaluación familiar para determinar el riesgo en el que permanecen los/as
niñas que han sido maltratados, abandonados, o que se encuentran en alguna
condición de vulnerabilidad social, como lo establece la Convención Internacional
de los Derechos del Niño.
Con
ello, la participación activa del Perito Social ha resultado ser cada día más
importante para jueces y abogados, en términos del aporte real a la resolución
de conflictos judiciales, permitiendo ilustrar al Tribunal en la ciencia, arte
u oficio, donde él no es experto, abarcando así materias de familia, civiles y
penales sobre todo cuando los delitos son cometidos al interior de la familia.
Así
es que hoy se puede hablar de la práctica pericial del Trabajo Social como una
disciplina específica, basada en evidencia, de manera técnica y especializada:
no
se trata solo de contar a otro o informar a otro: esto es solo un aspecto… más
importante es dar cuenta del trabajo realizado con la persona que demandó
nuestro accionar. Con esa documentación podremos planificar acciones, organizar
la tarea, evaluar resultados, plantear líneas de acción, hacer seguimientos,
dar orientaciones, derivaciones, propuestas de solución, y lo que es más,
perfilar nuestro rol con una fundamentación que nos saque del empirismo
pragmático a la hora de hacer “el informe. (Dell’Aglio, 2004, p. 3).
Como
ya se hablara, el proceso de registro de peritos se enmarca en el Código de
Procedimiento Civil, (Art. 416 Bis), existiendo un proceso de postulación de
quienes posean y acrediten conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o
especialidad, cada dos años. Luego de dicha postulación, los antecedentes son
evaluados, para luego ser publicados en las listas de peritos de la Ilustrísima
Corte de Apelaciones de cada región.
Lo
que resulta llamativo para esta investigación, es que para el bienio 2016 a
2017 los peritos trabajadores/as sociales registrados en los listados de la
Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago de Chile alcanzaban aproximadamente
279 profesionales, mientras que actualmente en el bienio 2018 - 2019 alcanzan 451,
entendiendo que existe un aumento de un 62% en la cantidad total de
profesionales del trabajo social, en tan solo dos años. Sin mencionar la variedad de profesionales de
otras disciplinas y de diversas áreas del conocimiento que también se inscriben
para desempeñarse como peritos.
Por
otra parte, y si bien el incremento de profesionales del Trabajo Social,
inscritos en los registros de peritos, de la Ilustrísima Corte de Apelaciones, marcan
un precedente importante en el nuevo desempeño profesional, es importante tener presente que, según
estadísticas del Poder Judicial (2016), el total de causas ingresadas durante
el año 2014, de los cuatro Tribunales de Familia, conformados en Santiago
(67.484), un 40% de ellas correspondieron a causas en materia de alimentos y
sus modificaciones (26.238). Es decir, en los cuatro Juzgados de Familia de la
comuna de Santiago, prácticamente un 40% de los casos podría eventualmente
requerir la opinión de un experto en materias socioeconómicas, es decir, Peritaje
Socioeconómico como una prueba relevante para el Tribunal. Con ello, se entiende que las variables
fundamentales de esta indagatoria dicen relación con la necesidad de establecer
una pensión de alimentos o compensación económica, que solo podrán ser
demostradas con pruebas fundadas en evidencia, a través de la investigación
social de la capacidad económica de las partes, las necesidades de los
alimentarios, cargas de familia que soportan las partes de un juicio, y/o el
estudio económico y patrimonial histórico de las mismas, en donde el rol del
trabajo social y estudio socioeconómico juega un rol fundamental.
En
este sentido, es que se siguió la huella a varias tendencias identificadas por
investigaciones previas en el país. En estas investigaciones, destacan los
siguientes resultados: la inexistencia de criterios comunes en la metodología
del peritaje social, informan de al menos dos etapas fundamentales de la labor,
una indagatoria-analítica y otra instrumental propositiva y el miedo a exponer
en el escenario jurídico (Reyes, 2014). Otras señalan que existe la necesidad
de contar con lineamientos técnicos para llevar adelante la práctica pericial
considerando la pericia como la labor de intermediación entre la persona y el
sistema judicial. Se destaca, asimismo, algunas habilidades básicas en este
desempeño de perito, tales como la tolerancia, la empatía y la rigurosidad (Cisterna
y Rojas, 2013).
Es
así que el año 2015, el Ministerio de Justicia y el Servicio Médico Legal,
establecieron la incorporación del Trabajo Social a la guía normativa técnica
pericial, proponiendo así ciertos lineamientos a la estructura básica del
contenido que debe tener dicha pericia social médico legal: “La presente Guía Normativa se constituye
como una orientación a seguir en materia de peritajes de salud mental forense,
para personas que laboren en dependencias del Servicio Médico Legal, así como
también para los demás psiquiatras, psicólogos y asistentes y trabajadores sociales de los ámbitos público y privado que realicen este
tipo de peritaje forense”. (Resolución exenta N° 8083).
Pese
a ello y tal como lo señalan los autores mencionados, destaca la inexistencia
de metodologías o criterios comunes para el desarrollo de la misma.
Por
lo anterior es que el último estudio realizado por la dirección de estudios de
la Corte Suprema, denominado (2017) “Peritajes
en Chile, informe con principales resultados del estudio diagnóstico de los
sistemas de peritajes en Chile”, da cuenta de la necesidad de formación de
peritos. Por lo demás, se concluye en este informe que ni los jueces, ni
abogados litigantes cuentan con las capacidades y competencias suficientes para
examinar adecuadamente la prueba pericial. Agrega que los criterios para la inscripción
de peritos son demasiado superficiales, como también se señala una alta
discrecionalidad del juez en la elección del perito en base a las listas
disponibles de estos. Lo que podría permitir comprender el incremento del 62%
de trabajadores sociales inscritos en los registros de las listas de la Corte
de Apelaciones de Santiago, entre un bienio y otro.
Otro
dato entregado por este estudio, es la baja calificación asignada por jueces y
abogados al quehacer de los peritos: “se
releva como un problema de las pericias la escasa correspondencia que existiría
entre los fundamentos y argumentos presentados en el informe, y las
conclusiones presentadas en este.” (p. 41). Sin embargo lo anterior, tanto
jueces como abogados reconocen como relevantes los informes periciales en la
determinación de los hechos. Una conclusión interesante en este estudio, es que
todos los actores apuntan a la importancia de contar con comunidades
disciplinarias que regulen y vigilen la conducta ética de los peritos.
Con
esta información a la vista, nos propusimos continuar esta línea de
investigaciones innovando en lo metodológico. En lo que se distingue esta
investigación de las anteriores es que muestra el relato directo de los/as
peritos sociales, relato que está moldeado doblemente. A través de una primera
condicionante de la sociedad que está presente en cualquier representación
social, y una segunda que tiene que ver con el moldeamiento que se produce de
la palabra individual al momento de reunir a estos profesionales a discutir en
conjunto. (Canales, 2013).
Desde
un punto de vista teórico se utilizó la noción de representaciones sociales, ampliamente
utilizado en psicología social, para dar cuenta de los relatos que elaboran las
personas en torno a objetos de diversa índole. Las representaciones sociales,
según las describe Moscovici:
son una modalidad particular del conocimiento, cuya
función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los
individuos. La representación es un corpus organizado de conocimientos y una de
las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la
realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana
de intercambios, liberan los poderes de su imaginación. (Moscovici, 1979, p.
17-18).
Por
su parte, Denise Jodelet ha señalado que las representaciones sociales designan
un saber de sentido común, cuyos contenidos hacen manifiesta la operación de
ciertos procesos generativos y funcionales con carácter social. Por tanto, constituye
una forma de pensamiento social que va evolucionando con el pasar del tiempo y
con los cambios culturales en relación a la temática representada, inclusive como
lo señala la autora “la conflictividad
social puede afectar el estado de las representaciones y dar lugar a interpretaciones
evolutivas, incluso divergentes, en el seno de un mismo grupo social”. (Jodelet.
2011, p. 135).
La
representación social es la (re)producción de un objeto social en el plano de la
consciencia, es un constructo simbólico-discursivo en el que se conjuga la
experiencia personal y lo social. La representación social de la práctica
pericial, es el resultado de la conjunción de esquemas mentales del
profesional, la elaboración de un discurso, de su experiencia en la práctica
pericial, sus nociones éticas en torno a lo pertinente y al objeto probatorio,
su relación con los sujetos sociales, además del contacto con los múltiples
escenarios sociales que recorre.
De
esta forma nos preguntamos: ¿Cuáles son las representaciones sociales de
trabajadores/as sociales, peritos de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de
Santiago, en relación a su práctica profesional y su intervención en litigios
de familia?
2. Metodología
Para
responder la pregunta se utilizó la metodología cualitativa (Flick, 2004;
Valles, 1999). Su elección respondió a la naturaleza del problema de
investigación centrado en los discursos de los mismos sujetos de investigación.
La población de peritos/as es un grupo heterogéneo de profesionales sin un nexo
asociativo entre ellos, por lo que el acceso a estos fue uno de los primeros
problemas a sortear. La muestra se definió en base a criterios específicos de
selección, primero, los/as Peritos Sociales debían estar inscritos en el
listado de la Corte de Apelaciones de Santiago, segundo, debían ser
trabajadores/as sociales y, por último, contar con al menos dos años de
experiencia profesional en el área. La técnica de recolección de datos fue el
grupo de discusión, principalmente buscando que los participantes expresaran
sus opiniones y buscaran acuerdos tácitos regulados por el intercambio grupal. Se
realizaron dos grupos de discusión con una participación de 6-8 personas en
cada uno, se contempló la participación de un moderador y, más que preguntas, se
instalaron temas a tratar, con el propósito de obtener la mayor cantidad de
información posible y que fuera el mismo grupo el que definiera las fronteras
de cada uno de ellos. La sistematización de los datos fue un análisis de
contenido clásico, a través del cual se redujo la información en categorías
analíticas para luego disponerlas de acuerdo a tópicos más amplios de análisis.
(Rodríguez, Gil y García, 1999; Taylor y Bogdan, 1987).
3. Resultados
Los
resultados se presentan de acuerdo a las dimensiones de análisis previamente
definidas por los investigadores y que sirvieron para guiar la recogida de
información. Estas dimensiones son: experiencias en torno al trabajo social pericial,
metodologías utilizadas, dificultades de la práctica e identificación de
propuestas de mejora en el proceso y desarrollo del peritaje social.
3.1. Experiencias
en torno al Trabajo Social pericial
Las
experiencias del Trabajo Social pericial dan cuenta del sentir de los
profesionales del área como una vivencia desafiante, primordialmente debido a
que la educación formal en la materia es escasa y de nula enseñanza práctica.
Es decir, existe un vacío en cuanto a la formación pericial, en el área social,
que no es cubierta por los programas de estudio de las universidades chilenas,
teniendo un énfasis en la teoría y metodología, más no en la práctica del
perito social, como es por ejemplo la exposición en juicio oral y en
consecuencia la capacidad de oratoria, de síntesis, de memorización que se
requieren para exponer el resultado de un peritaje social en Juicio, como ya lo
exige nuestra legislación. Así es como uno de los primeros resultados en
destacar se refiere a la sensación de constante desafío al enfrentar la pericia
en el proceso judicial, indistintamente en qué área del derecho sea
desarrollado, (materia civil, familia o penal) siempre será complejo de llevar
a la práctica, puesto que no se aprende en el aula “es un tremendo desafío y pienso que el Trabajo Social se ha ido
quedando atrás, principalmente por la falta de especialización”. (Participante
4, primer grupo).
En
el contexto anterior surgió del discurso de los participantes de los grupos de
discusión, variados comentarios que aluden a esta idea del desafío, como una
forma reiterativa de describir como ha sido su experiencia en el área referida:
“Ha sido de harto desafío, aprender, de ir a la
teoría, de buscar otros instrumentos para medir”. (Participante 3, segundo
grupo).
“Es un desafío constante el estar investigando,
pero también una invitación constante a ir mejorando cada vez más. Este ha sido
mi trabajo personalmente hace ya seis años aproximadamente y ha sido muy
enriquecedor a nivel profesional”. (Participante 5, primer grupo).
“He tenido que ser súper autodidacta… también
conversando con colegas y es una instancia que no hay, ni siquiera hay una
página de Facebook, que tú digas, mira me pidieron un peritaje… ¿Tienen algún
formato? nada, eso lo haces solo”. (Participante 1, grupo 2).
Relacionado
con lo anterior, los/as peritos sociales aluden al desarrollo de una capacidad
de aprendizaje autodidacta, al comienzo de su trabajo, muchas veces a través
del ensayo y error. Este proceso de reflexión y de auto-observación de la
práctica, consigue ser un efectivo mecanismo de ir y venir entre experiencia y
teoría.
Por
ejemplo, en la década de los 60 con la creación de las Corporaciones de
Asistencia Judicial en donde a los “Asistentes
Sociales” de la época se les solicitaba realizar una evaluación
socioeconómica para testear si una determinada persona o familia podía acceder
a los servicios legales gratuitos —como sucede hasta el día de hoy— como si
dicha labor hubiese estado incluida en las mallas curriculares de la carrera en
el país; sin embargo, no existen cátedras relacionadas al análisis de las
finanzas de una persona natural o familiar, en las mallas curriculares de
ninguna de las Universidades que imparten la carrera de Trabajo Social en
Chile, ni en el pasado, ni en la actualidad.
3.2. Metodología
de intervención utilizada
La
recolección de información es la tarea fundamental en la realización de un
peritaje social, en función de alcanzar datos veraces y objetivos, por esta
razón es que se configura como parte esencial de la metodología de trabajo. Los/as
peritos participantes en el proceso de la presente investigación, dieron cuenta
de la complejidad de conocer efectivamente la capacidad económica de una
persona, por ejemplo. Esto debido a que, en ciertos casos o realidades socioeconómicas,
no existe documentación que respalde un monto de ingresos fijos o estables
mensualmente, por ejemplo, en aquellos casos en que las personas trabajan
vendiendo productos en ferias libres, en el comercio ambulante, o bien con
aquellas personas que tienen negocios pequeños como kioscos de diarios o
confites. Principalmente debido a la inexistencia de un documento único que
señale cuál es el monto de las ganancias mensuales y, por otra parte, la inexistencia
de documentos de respaldo en relación a los gastos de esa misma persona. Así
mismo, existen aquellas personas que, siendo independientes, mantienen
formalmente una, dos o más empresas, y en cada una de ellas tienen un
porcentaje de participación diferente o bien, está contratado laboralmente en
una de ellas, complejizando la función de determinar precisamente, cuál es su
real capacidad económica.
“Hay conflicto entre lo que la gente dice que gasta
y lo que demuestra, entonces ahí hay que empezar a analizar más detalladamente,
algunas veces les ayudamos con una planilla de gastos y le damos más tiempo
para que piense cuánto está gastando… algunas veces no hay respaldo para esa
cantidad de gastos y tú le tienes que presentar al Tribunal respaldos. De donde
está saliendo y esto de dónde viene. Los que tienen negocios más pequeños, no
separan sus gastos personales con los gastos de la empresa que no son los
mismos a veces”. (Participante 3, grupo 1).
Además
de la acuciosidad del trabajo de recolección de información a través de
documentos, como los contables, otra de las técnicas fundamentales en una
pericia social es la entrevista. Su utilidad viene dada por la versatilidad que
brinda al profesional para completar aquellos campos de información que no ha
logrado ser cubiertos con los documentos.
“Yo uso entrevista semi-estructurada, la
observación también, la solicitud de documentos, por ejemplo, la inscripción de
propiedades en el Conservador de Bienes Raíces, los respaldos de la información
académica profesional. Uso la entrevista como relato autobiográfico, con esta
van emergiendo muchas cosas de la persona, te vas dando cuenta de su formación,
de su relación, de sus vínculos”. (Participante 2, grupo 1).
Realizar
entrevistas, coordinar visitas domiciliarias, entre otras varias acciones son
parte de las estrategias que se deben poner en práctica a la hora de
desarrollar la labor pericial. Así como fue expuesto por uno de los
participantes de os grupos de discusión:
“Primero recibo el acta de audiencia, lo leo, veo
los requerimientos de la jueza, las condiciones domésticas y yo de inmediato me
enfoco unos minutos. Enfocar en lo que le voy a pedir a la persona, después
tomo contacto con la persona, me presento, le mando el presupuesto y hago un
sondeo donde yo le digo efectivamente que el peritaje es una investigación
objetiva, por la cual le pido toda la colaboración”. (Participante 1, grupo 1).
En
torno a la revisión de los antecedentes, que pareciera ser algo basal, para el
inicio de un peritaje, muchas veces no se encuentra disponible, por estrategias
deficientes de comunicación con la persona que debe someterse al proceso de
peritaje.
“La receta es sentarse y evaluar, como yo digo
“cirugía mayor” … ¿Qué documentos se necesitan? Tomar contacto y pedir
información a la persona, información que me tiene que tener y punto. Yo le
mando una planilla para el presupuesto familiar, una planilla Excel, con ingresos,
gastos, todo lo que es endeudamiento, endeudamiento con documentos, el banco…
el monto de la deuda, el pago mensual y la situación de deuda, si esta moroso,
si está castigado, si está en cobranza pre judicial y cuando termina el
préstamo, porque eso es súper relevante en esos casos”. (Participante 1, grupo
1).
En
torno a las causas de Juzgados de Familia, es importante tener presente cuáles
serán aquellos antecedentes que se deben conocer y revisar para cumplir con la
tarea asignada. Transversalmente a la materia en discusión, se debe conocer la
demanda, contestación de la misma y acta de la audiencia. Luego, durante el
Peritaje Social, es necesario informar a los peritados como parte de las
estrategias a desplegar. La idea de comunicarse con los peritados/as (personas
que deben ser evaluadas en contexto de realización de la prueba pericial) desde
el primer momento de la designación del profesional en una causa, tras la
audiencia preparatoria. Así surgió lo siguiente entre los participantes:
“Señalar en qué consiste la investigación y cuál es
el objetivo, para que la gente tenga clarito de que la responsabilidad de que
le vaya bien en el Tribunal o que al menos se entregue la información adecuada
en el Tribunal le corresponde al peritado o peritada no a mí, y esa
responsabilidad… de tener la documentación de respaldo —porque las palabras se las lleva el viento— eso se lo digo por teléfono y
posteriormente por correo electrónico y también dejar bien en claro que
independientemente de quien nos esté contratando, la investigación va ser
objetiva sí o sí, eso es fundamental en el primer contacto telefónico y
posteriormente dejarlo respaldado por correo electrónico”. (Participante 5,
grupo 1).
3.3. Desafíos
de la práctica
Uno
de los grandes desafíos que surgieron, entre los/as participantes de los grupos
de discusión, fue alcanzar la rigurosidad en la evaluación, como una cualidad a
desplegar para hacer el trabajo del (la) perito social, comprendiendo que tras
el “dictamen pericial” existe una opinión que emite el profesional, frente a un
Tribunal, en el cual se ha jurado o prometido decir verdad, previamente a la
exposición verbal de los resultados frente a las partes y al Juez. En ese
sentido, existe una responsabilidad y compromiso ético-valórico en el que se
mantiene como parte del ejercicio profesional: “Hay que ser muy riguroso, hay que tener el tiempo para contrastar,
triangular la información, con lo que estoy observando en el domicilio”.
(Participante 2, grupo 2).
La
rigurosidad de la investigación social implica acciones que tiendan a despejar
nudos ciegos de información y de fundamentación de los resultados, objetivos y
comprobables, de la intervención. Corroborar cada uno de los datos aportados
por las personas entrevistadas, es una tarea que implica tiempo y rigurosidad, en
tanto expertos lo que se espera de la labor pericial es poder entregar
información correcta y veraz. En este contexto una participante señaló:
“Me ha tocado ir a declarar con archivadores de
documentos, de gente que tiene empresas, de gente que tienen tres niños y que
están pidiendo alimentos por los tres niños, una cantidad de documentos
impresionante, o sea, una semana entera analizando documentos es mucho el
tiempo que se invierte”. (Participante 5, grupo 1).
Solicitar
documentos de respaldo de la información aportada, es una acción fundamental
para generar una opinión profesional con fundamento práctico. Por otra parte,
se debe cumplir con los plazos legales para la confección de un peritaje social
(cualquiera sea la materia) debiendo, posteriormente exponer los resultados en
la audiencia de juicio.
Otra
de las grandes complejidades que surgió a partir del análisis fue la “opinión
profesional”, como una de las partes más complejas de la redacción de los
resultados de un peritaje, que consiste en responder lo que solicita el
Tribunal cuando autoriza una prueba pericial en relación a un litigio de
familia. Informar hechos es el fundamento central en la opinión de un perito,
es decir de un experto entregando una opinión objetiva y comprobable a través
de la evidencia material (documentos). Es una de las tareas que impone
complejidad en la realización de un peritaje debido a que implica,
necesariamente, la capacidad de sintetizar la información y concluir en base al
criterio profesional, por tanto, implica también tomar una postura frente al
conflicto en cuestión.
Por
otra parte, aparece como uno de los puntos álgidos de todo el despliegue de las
funciones periciales el momento de la comparecencia al juicio oral. Hubo
acuerdo que esto es lo más desafiante de la práctica pericial. Existe mucho
temor a exponer en un juicio oral. Si se habla de un peritaje socioeconómico,
entonces se habla de exponer en un juicio de familia, sin embargo, si se habla
de un peritaje social por alguna causa penal puede ser que fuese más hostil aún
la experiencia. Al respecto se señaló que:
“Existe mucho temor a exponer en un juicio oral. En
el fondo la seguridad te la va dando la experiencia… cuando uno se mete en el
informe lo maneja, o sea, uno sabe lo que evaluó, uno sabe lo que está haciendo
y eso se nota, el momento de que tú expones aunque no lo digas de memoria”.
(Participante 4, grupo 2).
“¿Qué me van a preguntar en la audiencia? ¿Cómo
puedo ser consistente? porque en el papel puedo ser consistente, pero después
cuando me estén preguntando qué tengo que saber”. (Participante 6, grupo 2).
“Un magistrado te puede decir que no leas el
informe y que lo expongas… el informe está redactado de la manera adecuada, no
obstante, al momento de explicarlo empiezas a extenderte mucho”. (Participante
3, grupo 2).
“Oralidad, temblor, un miedo que uno le tiene al
estrado”. (Participante 5, grupo 2).
De
todos modos, ya sea en materia penal o familiar, es importante reconocer que el
momento de la exposición en juicio contiene inherentemente una carga de presión
importante para el/la perito social. Sumado a esto existen los desafíos
relacionados a la recolección de datos, tal como ha sido ya mencionado:
“Lo que me pasa es… este desconocimiento de hacer
análisis socioeconómicos de un cliente que tenga… no sé… empresas en el
servicio de impuestos internos o cómo acreditar en ese caso ingresos de una
persona que no impone en la AFP ni en salud, hay personas que tienen
actividades comerciales, en este caso, que no están reguladas, entonces desde
ahí a mí se me dificulta para obtener la información”. (Participante 1, grupo
1).
“Cómo hacer para que el peritaje, a pesar que no
tenga respaldo para todo, que es el 90% de los casos, porque la gente no tiene
todo, dar una opinión objetiva, esa es una debilidad que a nosotros los peritos
sociales nos confronta…lo complejo es evidenciar lo que se está poniendo ahí en
el Peritaje, es un gran tema. Yo creo que debería haber un castigo para la
gente que hace demandas y no entrega documentos de respaldo porque es una
locura, si no se entrega los documentos debiese existir multa”. (Participante
2, grupo 2).
Por
otra parte, los participantes (intervinientes) de un litigio judicial deben
propiciar la entrega de información pertinente, para la realización del
peritaje social, que es parte de la prueba ofrecida por sus propios abogados.
Así es como la colaboración de los intervinientes, resulta ser imprescindible
para el correcto desarrollo de las gestiones del perito social. Al inicio del
proceso, se debe solicitar documentación que permita respaldar lo que se
expondrá en palabras.
El
formato de la operativa de los Tribunales, es probatorio. Las decisiones de los
jueces pasan por evitar las dudas, por sobre una convicción. La convicción, por
tanto, la genera la evidencia y la valoración del informe pericial estará dado
en base a la sana crítica, es decir, la lógica, las máximas de la experiencia y
el conocimiento científicamente afianzado. Necesariamente, debe existir buena
comunicación con las personas involucradas en el proceso, asegurando el
entendimiento de la importancia de la solicitud de la documentación de
respaldo; sin embargo, ocurren variados hechos que complejizan la práctica
pericia, como, por ejemplo:
“Entregan poca documentación o la documentación es
falsa, entonces ahí el peritaje es más complejo, se te pone cuesta arriba,
entonces es mucho más complejo”. (Participante 3, grupo 2).
“La colaboración de las partes, que te reciba en su
casa tanto de la parte que te contrató como de la contraparte y que se fijan
fechas y no están, vas a su casa y te pegas el plantón, que vas por segunda vez
y te pegas el plantón… a la fecha de juicio no se va a poder entregar el
peritaje”. (Participante 1, grupo 2)
3.4. Identificación
de propuestas de mejora del proceso de peritaje
En
el discurso aparecen algunas propuestas que dicen relación, por ejemplo, con la
exposición en el juicio oral, como adquirir la habilidad de sintetizar, es
decir, cuando se expone un peritaje es absolutamente necesario hacer referencia
a lo estrictamente necesario, en honor al tiempo determinado por el juez, que
dirige la audiencia:
“El poder de síntesis, hablar lo preciso, ser
conciso y consistente, yo creo que esa habilidad, ha sido fundamental en el
tiempo ir desarrollándola porque además para evitar tanta pregunta y contra
interrogatorio creo que es fundamental hablar desde la objetividad de ambas
partes cuando uno ha realizado peritajes es así en esa forma, para qué, dar
espacio a tanta pregunta o a tanto alargue que al final se vuelve algo súper
monótono y desgastante”. (Participante 2, grupo 2).
Otra
de las propuestas está relacionada a la especialización profesional. La
posibilidad de capacitación específica en la materia, así es como dentro del
desarrollo de la discusión en el grupo de estudio fue ampliamente abordada esta
temática:
“Creo que una acción importante es el conocimiento
y el estudio. Conocer la realidad en la que me voy a desempeñar y quiénes son
los actores y estudiar y estar en constante estudio”. (Participante 6, grupo
2).
“Es necesario estar informando, yo creo que es una
inversión también, o sea, vemos que en Chile la educación no es muy barata,
pero creo que es necesario mantenerse actualizado”. (Participante 1, grupo 2).
“Poder
instruirme en el lenguaje financiero principalmente, contable, la parte
contable financiera me gustaría tener mayor seguridad para poder exigir a las
personas”. (Participante 3, grupo 1).
De
las opiniones de los peritos participantes, se desprende que la posibilidad de
recibir capacitación específica es altamente valorada, debido a que la oferta
existente en el ámbito de los peritajes sociales y en donde se aborde el
análisis socioeconómico es escasa. Se aprecia, además, que existe conciencia de
que el aprendizaje también puede provenir de la experiencia de compartir con otros
peritos y de tener la oportunidad de participar en instancias colaborativas que
faciliten, desde lo empírico, el desarrollo de nuevas formas de llevar a cabo
el desarrollo de la labor pericial, en tanto que es una práctica laboral
bastante solitaria. Se desprende de lo anterior una propuesta a la generación
de espacios colectivos para el desarrollo profesional:
“Creo que para mejorar el desempeño labor pericial
son importantes estas instancias el compartir con otros colegas y
retroalimentarse, eso creo que es fundamental que sea enriquecedor para esta
profesión de perito" (Participante 6. Grupo 2).
“Evidentemente, en la labor del perito privado no
existen instancias de feedback, pero creo que serviría de mucho para estar
mejorando constantemente y resolver dudas, inseguridades” (Participante 5,
grupo 2).
Se
visualiza, a partir de las opiniones de los y las participantes de los grupos
de discusión, que formar parte de instancias colaborativas entre los peritos se
traduciría en una posibilidad de mejorar, de resolver dudas y de sentir que
existen oportunidades de aprendizaje, de adquirir conocimientos, sin que ello
signifique necesariamente invertir dinero en un programa académico.
4. Conclusiones
La
presente investigación, buscó entregar una mirada actualizada de los desafíos
del quehacer profesional y del rol del Trabajador/a Social en el ámbito
pericial. Se expusieron las principales características del proceso de peritaje
social judicial según las representaciones sociales de los/as trabajadores/as
sociales, peritos de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, (Región
Metropolitana, Chile).
El
trabajo de campo y posterior análisis de los datos nos permiten concluir en
términos generales que, si bien existe la práctica pericial como campo laboral
formal para los/as Trabajadores/as Sociales con desafíos importantes al día de
hoy. Estos desafíos no solo se imponen a los profesionales trabajadores/as sociales,
sino a todo el sistema judicial, por tanto, deben ser abordados de manera
integral.
Una
de las conclusiones que nos interesa destacar se refiere a la ausencia de un
marco común establecido por el sistema judicial que guíe la acción de los
peritos. Más bien, su práctica se soporta en las herramientas adquiridas por el
o la trabajadora social en su formación de pregrado, las cuales, son
articuladas y puestas en marcha de acuerdo al criterio del profesional. Esto
genera una especie de inseguridad del trabajo realizado, en particular cuando
comienzan a realizarlo. Es una práctica que no se encuentra unificada
metodológicamente, lo que se expresa en la inexistencia de modelos, guías,
formatos o instructivos que orienten el proceso o establezcan criterios mínimos
para el proceso de peritaje.
Por
esta razón, cuando un profesional se enfrenta a sus primeras pericias tiene la
sensación de que el aprendizaje y mejora continua de su trabajo se va afinando
en el transcurso de la práctica. Esta ausencia de una metodología unificada
puede desencadenar una serie de controversias respecto a la calidad del trabajo
realizado, a la validez que pueda tener la prueba pericial, tomando en
consideración el incremento significativo de profesionales registrados como
peritos.
Los
resultados de la presente apuntan en esa dirección, los y las peritos destacan
de esta forma el carácter autodidacta y gradual en su aprendizaje. Respecto a
las metodologías, se puso énfasis en la importancia de la planificación de las
acciones en un primer momento y una óptima recolección de información que
permitan respaldar la opinión profesional. Las entrevistas, visitas
domiciliarias, la revisión de antecedentes documentales y, por último, una
comunicación fluida con las partes involucradas en un litigio de familia, son
herramientas fundamentales del proceso.
Una
de las dificultades para la realización de la presente investigación estuvo en
la convocatoria de los asistentes al grupo de discusión, debido a que en una
primera instancia no se obtuvo respuestas a la invitación realizada. Dada esta
situación, se ajustó el procedimiento de convocatoria, utilizando una
estrategia múltiple de contacto con peritos, que implicó la movilización de
redes de los investigadores, ampliando las invitaciones vía bola de nieve y el
llamado abierto a través de los listados de peritos de la Ilustrísima Corte de
Apelaciones de Santiago. Una vez sorteada esta dificultad, en los grupos se
produjo un ambiente de amena conversación. La disposición a discutir y a
compartir opiniones como también la gratitud demostrada al concluir la jornada,
por la invitación y por formar parte de un espacio en donde fue posible hablar
abiertamente en relación al trabajo pericial.
Otra
de las categorías obtenidas en torno a las complejidades de la práctica
pericial, fue la rigurosidad con la que debe ser abordado el desempeño pericial
asignándole el tiempo necesario a cada una de las indagaciones en un caso. Por
otra parte, el sustento de la opinión profesional en la redacción de los
informes, así como también la presentación en juicio oral. Sus representaciones
sociales del trabajo pericial dan cuenta del temor que se siente ante la
experiencia de declarar en juicio oral, debido tal vez a su lejanía con el
lenguaje judicial y verse expuestos a las interrogantes del juez. Exponer en el
Tribunal, supone un manejo adecuado de la oratoria, la capacidad de sintetizar,
de clasificar la información. Este fue un tema reiterativo en el discurso del
grupo de peritos participantes.
Por
otra parte, la carencia de especialización se destacó como otra de las
complejidades del desempeño pericial, debido a los escasos espacios formativos
en la materia y su costo. Una de las necesidades sentidas en este sentido fue
la especialización, por ejemplo, en torno a temas financieros. Así, mejorar
supone un tipo de capacitación específica.
Una
de las propuestas de mejoramiento que nos parece muy relevante es la idea de
crear instancias colectivas para compartir experiencias entre peritos. La retroalimentación
entre pares fue valorada por los participantes de los dos grupos de discusión.
Contar con instancias colaborativas sería una manera de mejorar el desempeño
individual, debido a la oportunidad de aprendizaje conjunto. A nuestro parecer,
el mismo Poder Judicial se vería muy beneficiado al promover instancias
ampliadas de trabajo entre los peritos. De esta forma, se podrían superar en
gran medida los riesgos derivados de la falta de normas en la práctica pericial
desde el sistema legal.
Las
representaciones sociales de los peritos participantes dan cuenta de la
complejidad de la labor pericial, en donde el detalle de la información, la
rigurosidad en cada una de las etapas y el criterio profesional fundado hacen
la diferencia. A la propuesta hecha por Reyes (2014) de dos etapas del
peritaje, nos gustaría añadir una tercera, de esta forma, el proceso quedaría
compuesto de la etapa investigativa, la analítica, y adicionalmente de una
etapa expositiva o de comunicación de los resultados. Desempeñar los tres
ámbitos de manera correcta es la gran labor del o la perito/a.
Se
podría pensar que el peritaje social es un estudio sencillo de la situación
familiar, pero no es así. Por el contrario, las realidades sociales emergentes
se presentan complejas y diversas. La constante evolución de la sociedad, de la
familia, de los hechos y antecedentes en una causa legal complejizan día a día
la tarea pericial.
Referencias
Aylwin,
N., Forttes y A. Matus, T. (2004). La reinvención de la memoria. Indagación
sobre el proceso de profesionalización del Trabajo Social Chileno 1925-1965.
Santiago de Chile: PUC.
Biblioteca
del Congreso Nacional de Chile. Disponible en www.bcn.cl
Carballeda,
A. (2002). La intervención en lo social. Exclusión e integración en los
nuevos escenarios sociales. Buenos Aires: PAIDOS.
Canales,
M. (Ed.) (2013). Escucha de la escucha. Análisis e interpretación en la
investigación cualitativa. Santiago de Chile: LOM-U de Chile.
Cisterna,
I. y Rojas, P. (2013). La Pericial Social Forense. Modelos y Práctica de una
intervención especializada en Trabajo Social. Chile: Human Business.
Dell
Aglio, M. (2004). La Práctica del Perito Trabajador Social. Una Propuesta
Metodológica de Intervención Social. Buenos Aires: Editorial Espacio.
Flick, U. (2004). Introducción a
la investigación Cualitativa. Madrid: Ediciones Morata.
Illanes,
M.A. (2006). Cuerpo y sangre de la política. La construcción histórica de las
Visitadoras Sociales (1887-1940). Santiago: LOM.
Instituto
Nacional de Estadísticas. Disponible en www.ine.cl
Jodelet,
D. (2011). “Aportes del enfoque de las representaciones sociales al campo de la
educación”. En Espacios en blanco, Revista de Educación, vol. 21, pp.
133-154.
Moscovici,
S. (1979). El psicoanálisis, su imagen y su público. Buenos Aires:
Huemul.
Poder
Judicial (2016). Anuario Estadístico. Disponible en http://www.pjud.cl/cuadro-resumen-estadisticas-anuales-del-poder-judicial-ano-2007-a-2015
Poder
Judicial (2017). Peritajes en Chile. Estudio diagnóstico de los sistemas de
peritajes en Chile. Disponible en http://decs.pjud.cl/estudio-diagnostico-de-los-sistemas-de-peritajes-en-chile/
Poder
Judicial, República de Chile. Disponible en www.pjud.cl
Reyes,
C. (2014). “El Oficio de Perito Trabajador Social: Reflexiones Acerca de la
Construcción y Fundamentación del Peritaje Social”. RUMBOS TS, año 9, Nº 9,
pp. 113-128.
Robles,
C. (2004) La intervención pericial en Trabajo Social. Orientaciones
teórico-prácticas para la tarea forense. Editorial Espacio.
Rodríguez,
G., Gil, J. y García, E. (1999) Metodología de la Investigación Cualitativa.
Málaga: Ediciones Aljibe.
Ruiz,
P. (2003). El Trabajador Social como Perito Judicial. Zaragoza:Certeza.
Salum-Alvarado, S. y Salum-Alvarado
E. (2018). “Trabajo Social Socio Jurídico en Chile: génesis, desarrollo
histórico y desafíos disciplinares”. En Revista Servicio Social &
Sociedade, N° 131, pp. 15-28.
Servicio
Médico Legal, 2015. Guía Normativa Técnico Pericial en Trabajo Social Médico
Legal, Resolución Exenta Nº 8083.
Taylor, S. J.
& Bogdan, R. (1987). Introducción a los métodos cualitativos de investigación: la búsqueda de
significados. Barcelona:
Paidós.
Valles,
M. S. (1999). Técnicas cualitativas de investigación social: reflexión
metodológica y práctica profesional. Madrid: Síntesis.
[1] Este
artículo presenta y discute los resultados de la investigación
“Representaciones sociales de la práctica pericial en profesionales que
realizan intervención en el ámbito jurídico” de María Carolina Gómez A. en el
marco de su tesis de Magíster en Intervención Socio jurídica en Familia de la
Universidad Andrés Bello. Agradecemos los aportes de Alex Hernández Corrales, Perito
de la I. corte de Apelaciones, Director de Academia Forense Chile y PSF Perito
Social Forense. Carmen Gloria Muñoz, Consejera Técnica de Tribunal de Familia,
por sus aportes y comentarios en el desarrollo de esta investigación.
[2] María
Carolina Gómez. Trabajadora Social, Magíster en Intervención Socio Jurídico en
Familia. Perito Social Forense (www.peritosocialforense.com). Directora
Académica de Academia Forense Chile (www.academiaforense.cl)
[3] Andrés Roldán Tonioni. Sociólogo. Magíster en Psicología Comunitaria, Dr © en Ciencias Sociales. Profesor Universidad Andrés Bello y Universidad Católica de Temuco.